jueves, 20 de octubre de 2011

Milhojas.

No tenía mucha plata. Compré dos. Pensé en 3 pero finalmente lo necesario eran 2. No los saqué de su envoltorio. 3 horas después me doy cuenta que siguen donde los dejé cuando llegué. Abro el envase, el chocolate y el manjar se derriten, me mancho los dados, saco uno, mastico, saboreo, lo termino.
Cuando llegué tenía sueño, 3 horas después me volvió el insomnio y por lo visto me dormiré con la panza llena de un milhojas.
Quedó 1, ahí , ignorado, solo, frágil y pegoteado.
No sé en que minuto se empezó a enlodar todo, a confundirse las ganas, el respeto, la dedicación y el afecto. Tal vez fueron muchas hojitas, mucho dulce, mucho manjar.
Las vivencias se deslizan crocantes y chocan y entre paredes y dulce, caen miguitas, caen lagrimas y el pastel se rompe y las emociones de fragmentan... y mastico y trago.
Y mastico la rabia, la desilusión y me trago el llanto.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Sol.-

Voy a tener que empezar a producir algo, nadie paga por leer libros, ir al cine y escuchar música. Si fuera por perder el tiempo, yo gano por goleada. Mejor así, abstraerse del mundo y los problemas que nada me engendran y que me son tan ajenos. Si me pagaran por la sensibilidad o las conversaciones , de seguro ya estaría en el campo, cultivando frutillas , con huevos de campo y pan amasado y con el tiempo libre a mi antojo para leer y leer y teorizar con mis absurdos incomprendidos y sin nadie mirándome feo o poniéndome malas caras.
Nadie me entiende, aun así soy medianamente feliz.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Burbuja.-

No sé cuantas cuadras caminé. Había olvidado el nombre de las calles y el mío. Probablemente si no hubiera pasado nada, no me hubiera taimado y el amurramiento se me hubiera pasado en 5 minutos. Cuando pasan las cosas, mi paciencia se me esfuma, respondo mal y gruño para adentro. No entiendo la gente que se complica taaaanto y que convulsiona al resto. Me he puesto a prueba y aunque a veces estoy a punto de explotar... aguanto igual, estoica, ahí, bien peinada y no se me arma ninguna arruga en la ropa. Como que soporto y no soporto. Así me voy ultimamente, entre pifias,perdida de tiempo y niñerias tontas.

Quién dijo que tengo 30 años? osea, bueno , eso en realidad dice mi carnet pero al final me siento de 20.

martes, 16 de agosto de 2011

Nublado.-

Me perdí. Un poquito no más. Me perdí pero en el camino encontré varias cosas buenas también... Encontré motivos y olvidé lo inútil. Se quedó lo que importaba y me deja tranquila que se me sumen alegrías y más ganas.
Estoy a días del cambio de folio, quien lo iba creer! y eso que alguna vez pensé en convertirme en angelito de la guarda a los veintisiete. Ahora no quiero ni morirme ni olvidarme. Tengo muchas razones para seguir estando frente a la pantalla y fuera de ésta. Después de todo , parece que no eramos tan invencibles.